Una Fiesta Pachanguera con todas las letras, salvo por el pequeño efecto cuero, lo heterogéneo del rango etareo presente en la mayoría de los asistentes y los cascos apilados en las mesas, cualquier observador ocasional no notaría ninguna diferencia con otra fiesta de similares características. Sólo de haberse quedado hasta el final de la fiesta (como lo hizo este humilde Enviado especial) se habrían notado diferencias:
Ausencia total de personal en auténtico estado de ebriedad.
Falta de peleas sin sentido.
Remates de última hora de tragos.
Las perlitas de la noche:
La animación, nada que decir, mantuvo a la concurrencia bien arriba.
Los shows para ellas y ellos, que agolparon a los varones junto al escenario.
LA CREACIÓN DE LA BRIGADA DE BOMBEROS MOTORIZADA.
Una muy buena experiencia q que espero repetir pronto junto a mi pareja
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